Ir al contenido principal

Entradas

Alborada

  Bucle de tiempo. Procedo igual, vuelvo al principio, una y otra vez. Ignoro si mi libertad es un anhelo o un capricho, y me reboza, me tienta, me duele; pero… Procedo igual, vuelvo al principio, una y otra vez. Incansable me apresuro a la alborada y no la alcanzo, esta cruz es pesada y manos negras juegan a aliviarme, “cargándola” conmigo mientras bifurcan el camino y… Procedo igual, vuelvo al principio, una y otra vez. Me sumerjo, me miento, me duermo, me extingo, resurjo, grito verdad, me despierto, resucito. Me sumerjo, me miento, me duermo, me extingo. Bucle de tiempo, alborada hambrienta y yo… Yo crepúsculo. Con amor, Mundana
Entradas recientes

Malabarista

  Te extrañé, le susurro mientras lo besaba… Él correspondió con apacible ternura. Se habían anhelado en silencio, y este encuentro fue la primera vez en que sus miradas se cruzaban. Como si el tiempo se hubiera detenido para permitir que sus almas  se reconocieran. Con amor, Mundana

Pájaros

  En ocaciones   salgo a buscar. En ocaciones  cuestiono si estará por allí mi “alma gemela” ¿Ciertamente las almas gemelas se corresponden? En ocaciones  barajo la idea de quien debería a mi alma colmar escapó, y con plena convicción de jugar sus propias fantasías se relevó de la escritura y fue detrás de algo distinto, contrario a mí. En ocaciones  pienso en mi alma gemela, y en las alturas se manifiestan tres pájaros, que bondadosamente revolotean para darme señales (que aveces ignoro). En ocaciones  no son tres, mas bien una bandada cubre el cielo: ¿Será entonces que mi alma gemela coincide en un idéntico instante, y sin poder escapar de su destino, se detiene a pensarme de igual modo? ¿Qué traerán estos mensajeros espirituales? Quisiera descubrir si su vuelo, su guía, me impulsa a seguir pensando o sencillamente me advierten un freno… En ocaciones salgo a buscar [te]. Con amor, Mundana

Bien-Caída

   El trecho entre claridad y lío los define como opuestos. Y acá estoy, rendida y con poco sueño tratando de entender por qué en esta hipérbole de lío que soy hoy encuentro tanta claridad. Entonces descubro que los opuestos no se atraen ni se alejan, sino que se retroalimentan para mutar en el equilibrio que nos hace transitar, quiero decir, (después de tanto insomnio), que los opuestos se complementan. Y yo... que soy mil partes de mi misma: [calma, ira], [velocidad, quietud], [miedo, coraje]... Que no hago más que jugarle carrera a cada parte, acabo de  caer  justo en el punto medio de todas estas opuestas que soy. Y a mitad de camino, (inquebrantable equilibrio), complementé.... Con todas, conmigo Nunca fuí tan clara en este lío que soy. Bienvenida no, Bien-caída Con amor, Mundana

Destiempo

 Ahí estaba él, quieto, pero al ritmo del tic tac... Absorto por futuros fracasos imaginarios. Ahí estaba yo, inquieta... Gritando bajito que mañana aún no existe. Y ahí estabamos los dos, tironeando. -Seamos hoy (le dije), que hay corazón en el pecho... y late. Y si mañana existe ojalá que también... Sea Hoy. Todavía absorto, él no dijo nada, y con el miedo emergente que a veces le hace correr la mirada, detuvo por fin, todos los relojes que marcaban su vida... Y atemporales fluimos hoy, hoy, porque mañana aún no existe. Con amor, Mundana

El riesgo

 El riesgo de que por fin se entrecrucen tus manos con mi pelo… El riesgo del juego que jugamos a distancia, lo ganemos entre sábanas ansiosas de tenernos... El riesgo de no tener que decirte basta y que tu boca... tu boca. El riesgo de lograr lo que buscábamos, sabiendo quizá que estas ganas no quieran irse a ningún lado y volvamos al placer infinito de enredarnos, a tus dientes en mi cuello, a mis manos en tu espalda, y tu corazón fuerte y el mío... el mío, queriéndose salir. Y la música de fondo que lo vuelve todo a cámara lenta, complice del tiempo que se frena cuando estamos cerca... El riesgo del sudor de tu cuerpo mezclándose con el mío y esa mezcla... esa mezcla. El riesgo de querer tus besos después del juego, de que busques mi abrazo y después de tanta guerra, solo quieras dormir... conmigo. Y ahí estas vos, marcando(me) el riesgo, y acá estoy yo con el impulso... que ya no aguanta. Con amor, Mundana

Tuya?

 Vos, que moves las hojas de mi otoño Vos, responsable de los tambores que suenan en mi pecho y retumban, retumban, retumban. Vos, tan incandescente, en esta oscuridad fría que a veces no te deja dormir (a mi tampoco). Vos, mirada de océano irascible que penetra mis dudas y me muestra tus mares calmos, porque están ahí aunque a veces no se dejen ver. Vos, el camino pedregoso a casa, que decido tomar, porque raspan esas piedras (y arde), pero llegar a casa por vos es placer... Vos, las manos que abrazan los miedos del mundo, manos que se enredan en mis dedos, en mi pelo y mi amor... No me sueltes  Vos, libertad hambrienta que vuela, y que vuele alto, pero que no te deje caer... Vos, que no sos mío. Yo, que no soy tuya, pero sos conmigo y soy con vos, y con eso basta. Con amor, Mundana