Ir al contenido principal

El riesgo

 El riesgo de que por fin se entrecrucen tus manos con mi pelo… El riesgo del juego que jugamos a distancia, lo ganemos entre sábanas ansiosas de tenernos...

El riesgo de no tener que decirte basta y que tu boca... tu boca.

El riesgo de lograr lo que buscábamos, sabiendo quizá que estas ganas no quieran irse a ningún lado y volvamos al placer infinito de enredarnos, a tus dientes en mi cuello, a mis manos en tu espalda, y tu corazón fuerte y el mío... el mío, queriéndose salir.

Y la música de fondo que lo vuelve todo a cámara lenta, complice del tiempo que se frena cuando estamos cerca...

El riesgo del sudor de tu cuerpo mezclándose con el mío y esa mezcla... esa mezcla.

El riesgo de querer tus besos después del juego, de que busques mi abrazo y después de tanta guerra, solo quieras dormir... conmigo.


Y ahí estas vos, marcando(me) el riesgo, y acá estoy yo con el impulso... que ya no aguanta.



Con amor, Mundana

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Alborada

  Bucle de tiempo. Procedo igual, vuelvo al principio, una y otra vez. Ignoro si mi libertad es un anhelo o un capricho, y me reboza, me tienta, me duele; pero… Procedo igual, vuelvo al principio, una y otra vez. Incansable me apresuro a la alborada y no la alcanzo, esta cruz es pesada y manos negras juegan a aliviarme, “cargándola” conmigo mientras bifurcan el camino y… Procedo igual, vuelvo al principio, una y otra vez. Me sumerjo, me miento, me duermo, me extingo, resurjo, grito verdad, me despierto, resucito. Me sumerjo, me miento, me duermo, me extingo. Bucle de tiempo, alborada hambrienta y yo… Yo crepúsculo. Con amor, Mundana

Malabarista

  Te extrañé, le susurro mientras lo besaba… Él correspondió con apacible ternura. Se habían anhelado en silencio, y este encuentro fue la primera vez en que sus miradas se cruzaban. Como si el tiempo se hubiera detenido para permitir que sus almas  se reconocieran. Con amor, Mundana

Pájaros

  En ocaciones   salgo a buscar. En ocaciones  cuestiono si estará por allí mi “alma gemela” ¿Ciertamente las almas gemelas se corresponden? En ocaciones  barajo la idea de quien debería a mi alma colmar escapó, y con plena convicción de jugar sus propias fantasías se relevó de la escritura y fue detrás de algo distinto, contrario a mí. En ocaciones  pienso en mi alma gemela, y en las alturas se manifiestan tres pájaros, que bondadosamente revolotean para darme señales (que aveces ignoro). En ocaciones  no son tres, mas bien una bandada cubre el cielo: ¿Será entonces que mi alma gemela coincide en un idéntico instante, y sin poder escapar de su destino, se detiene a pensarme de igual modo? ¿Qué traerán estos mensajeros espirituales? Quisiera descubrir si su vuelo, su guía, me impulsa a seguir pensando o sencillamente me advierten un freno… En ocaciones salgo a buscar [te]. Con amor, Mundana